Mas, calificó de "argumentos o excusas" los tres motivos que, en su opinión, justificaron ayer el rechazo al 'Plan Ibarretxe'. Con respecto a que la propuesta de Estatuto fue aprobada por el Parlamento vasco con los votos "de partidos que amparan la violencia", afirmó que si dichos votos no valen para eso, tampoco sirve para "bloquear Presupuestos". En cualquier caso, dijo que en Cataluña "no hay partidos que amparen la violencia". También descartó la "excusa" de que en Euskadi no hay consenso suficiente, afirmando que en el caso catalán "sí lo habrá porque la ley obliga para la reforma, en concreto una mayoría de dos tercios". "CiU garantiza el consenso --continuó-- y lo va a haber".

SER "CONSECUENTE" CON LOS RESULTADOS ELECTORALES

Sobre la posibilidad de que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, convoque un referéndum a pesar del rechazo del Plan en el Congreso, Mas afirmó que "la mejor consulta son las elecciones, que se celebrarán en pocos meses en el País Vasco". "Qué mejor consulta que refrendar determinados proyectos", recalcó, para apuntar a continuación que "una vez celebradas las elecciones hay que ser consecuente con los resultados y aceptarlos democráticamente, con toda la legitimidad".
El secretario general de CDC insistió en la necesidad de "dar valor a lo que lo tiene, y eso es una convocatoria electoral, y hay que "ir diciendo lo que se hará y no se hará después". "Hay que ir con las cartas encima de la mesa, cada uno con su propuesta y que los ciudadanos lo sepan", añadió.

EL ESTATUTO CATALAN "NO DARA MOTIVOS"

El líder nacionalista también descartó el argumento de que el 'Plan' "se salta el orden legal" pueda atribuirse al nuevo Estatuto catalán porque CiU "no va a dar ningún motivo, ni real ni supuesto, para que las Cortes Generales lo puedan rechazar". Mas señaló que si el nuevo Estatuto sale adelante, supondrá "una nueva apuesta colectiva durante muchos años". "Y si sale que no, tendrá que haber alguna respuesta pero mejor que venga otro día", afirmó. Preguntado sobre los motivos por los cuales CiU votó a favor de la tramitación del Plan, Mas aseguró que se trata de un Estatuto político "legítimo y procedente del Parlamento vasco, aunque pueda gustar más o menos". En este sentido, se refirió al argumento del presidente del PP, Mariano Rajoy, sobre el cumplimiento de la ley; recordando que el Estatuto se aprobó con mayoría absoluta, como marca la legislación. "Si se hacen apelaciones al marco legal --dijo-- con todas las consecuencias para todo el mundo".

PP CATALÁN

Así mismo, Artur Mas, consideró hoy que el líder del PP catalán, Josep Piqué, actuará como "tijera" en la elaboración del nuevo estatuto de autonomía, aunque recalcó que los 'populares' son "necesarios, pero no imprescindibles". Sin embargo, recordó que durante los ocho años en los que gobernó el PP la relación con CiU fue "fluida" y consiguieron cosas "importantes y poco previsibles".Señaló que "si nos atenemos a sus posiciones de los últimos años, jugará el papel de tijera para que no tenga demasiados vuelos. A no ser, que nos convenzan de lo contrario".

En este punto, recordó que mientras gobernó el PP, pudieron establecer "un nivel de negociación bastante fluido y claramente positivo. Hasta el punto de que lo que hicimos con el PP, comparado con el PSOE, también con el PSOE actual, se hicieron cosas muy importantes y poco previsibles". Así, Mas reseñó que el PP fue "capaz, aunque condicionado", de suprimir el servicio militar obligatorio, los gobernadores civiles y "sacó de las carreteras catalanas" a la Guardia Civil. "En el terreno simbólico y del autogobierno, no está nada mal, incluso llegó a transferir la gestión de puertos de interés general", remachó. El dirigente de CiU recalcó que cuando ahora dice que Piqué hará de "tijera" no lo dice "con placer" y dejó claro que si es así "no pasará nada que no sea solucionable. Necesitamos los dos tercios y en esos dos tercios, el PP es necesario pero no imprescindible".

Mas recordó también que ahora el Gobierno socialista ha decidido devolver el Archivo de Salamanca a la Generalitat, nueve años después de que el gobierno presidido por Felipe González lo aprobara en Consejo de Ministros y luego no lo publicara en el Boletín Oficial del Estado por "temor" a "determinadas reacciones". "Lo nuestro es un camino largo, de alcance, no es para impacientes", remachó.