En el citado acto, organizado por Nueva Economía Fórum, Calvet resaltó las ventajas que aporta Euskadi a su empresa, entre las que destacó “el factor humano”, porque “la calidad intelectual y humana de todos los que componemos Gamesa es de una calidad que no he visto en toda mi vida profesional y es lo que más puede aportar a la empresa”.

”Para ser competitivo no hay por qué salir de aquí”, continuó. “Gamesa fue fundada como una empresa vasca, es una empresa vasca y siempre será una empresa vasca”.

Asimismo, Calvet señaló que Gamesa realiza constantemente un esfuerzo de globalización y, además de estar presente en países como China y Brasil o Sri Lanka y Siria, en un año la empresa ha conseguido entrar en diez nuevos países, con veintidós nuevos clientes.

Además, Calvet recordó que “en 2010 el 100% de las ventas de Gamesa se han producido fuera de España”. En este sentido, recordó que “aunque seamos globales, no podemos olvidarnos de nuestras raíces y seguiremos teniendo nuestros órganos de decisión en el País Vasco, el centro neurálgico de nuestra organización estará aquí. Buscaremos oprtunidades de una forma muy activa para poder profundizar en este objetivo”.

OPORTUNIDAD PARA LOS JÓVENES

Por otro lado, pidió que se considere a Gamesa como “una ventana de oportunidad para los jóvenes vascos que se asomen a un mundo y se enriquezcan por y con el mundo. Esto se consigue a través de las universidades y de las escuelas profesionales creando las oportunidades de investigación y empleo para todos estos jóvenes. No hay mayor ni mejor política social que dar a nuestros jóvenes la oportunidad de empleo sostenible”.

Igualmente, propuso que “hablemos menos de un modelo industrial nuevo, basado en nuevas industrias en I+D+i, y apoyemos a las que ya lo somos”.

Además, se comprometió a que Gamesa y sus aerogeneradores en el plazo de tres años reducirán el coste de la energía en un 30% y serán capaces de producir electricidad de una forma muy competitiva, lo que “nos permitirá competir agresivamente con otras fuentes de energía sin tener que depender de otro tipo de subvenciones”. Recordó que el sector eólico aporta hoy más al PIB de lo que la energía eólica recibe en subvenciones.