Sumar Mugimendua pide que el País Vasco supere su "modelo fósil" de energía

Fórum Europa Tribuna Euskadi con Alba García

Sumar Mugimendua pide que el País Vasco supere su "modelo fósil" de energía

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BILBAO, 4 de noviembre. La coordinadora general de Sumar Mugimendua, Alba García, defendió en el 'Fórum Europa. Tribuna Euskadi' que su comunidad necesita superar su dependencia energética actual del "modelo fósil" y apostar por una transición verde.

García hizo esta referencia en Bilbao, en un encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum, en el que esta dirigente vasca fue presentada por Lander Martínez, coordinador general de Sumar Mugimendua y diputado por Vizcaya en el Congreso.

La coordinadora de Sumar Mugimendua criticó la "falta de ambición climática industrial" del Gobierno Vasco y alertó de las consecuencias de mantener un modelo energético obsoleto.

Denunció que "solo el 15% de la energía final consumida en Euskadi procede hoy de las energías renovables" frente al 22% de la media estatal y el 24% de la media europea, lo que sitúa al País Vasco "como una de las economías más dependientes de la energía importada".

La dirigente de Sumar Mugimendua insistió en que Euskadi mantiene un "modelo fósil que externaliza costes, concentra beneficios y frena la innovación local" mientras otros territorios avanzan hacia la soberanía energética, según recogió la transcripción del evento.

García detalló que en potencia instalada "apenas un 7% de generación eléctrica renovable" existe en Euskadi frente al 63% del conjunto del Estado español, y señaló que "de los más de mil proyectos de energías limpias actualmente en tramitación en todo el Estado, menos del 0,3% se ubican en territorio vasco".

Criticó que la reciente Ley Vasca del Cambio Climático, aprobada por PNV, EH Bildu y PSE, "es una ley que tiene mucha falta de ambición, fija metas poco vinculantes, carece de instrumentos financieros transformadores y no define una hoja de ruta real".

Advirtió de que esta situación genera "vulnerabilidad frente a la volatilidad de los precios internacionales, pérdida de competitividad industrial, retraso en la reducción de emisiones y un riesgo creciente de quedar al margen del nuevo ciclo tecnológico global".

Defendió que "la transición energética no es una amenaza" sino que "puede ser la mayor estrategia de reindustrialización y repoblación de nuestra historia" si se planifica "con justicia, con participación y con visión de país".

García propuso un "Plan vasco de transición energética justa" con inversión pública sostenida, participación social vinculante y un calendario de descarbonización sectorial que marque "hitos claros de reducción de emisiones y creación de empleo verde".

Planteó crear un "fondo de inversión verde destinado a acompañar a las pymes, cooperativas y municipios en la mejora de su eficiencia energética" junto con programas de formación profesional para "anticipar la transformación industrial".

Abogó por impulsar "las comunidades energéticas locales, especialmente en polígonos industriales, barrios urbanos y entornos rurales, con incentivos fiscales y apoyo técnico que fomenten el autoconsumo colectivo".

Calculó que "si este Gobierno actúa con inteligencia y con voluntad política, Euskadi podría generar hasta 30.000 empleos verdes de calidad en la próxima década, consolidando así una economía más autónoma, más resiliente y más justa".

García también criticó el proyecto de nuevos Presupuestos Generales del Gobierno Vasco, al considerar que "en su capítulo industrial y energético no solo encierra el mayor riesgo estratégico, sino que también está perdiendo la mayor oportunidad".

Denunció que "por cada 2 euros que se dedican a seguridad, se dedica uno a vivienda" en un momento de crisis habitacional, calificando esta distribución presupuestaria como "escandalosa" y "preocupante".

En este sentido, defendió que el actual proyecto presupuestario refleja "una visión del Gobierno vasco que se limita a gestionar lo que hay" sin "una mirada larga a medio y a largo plazo", mostrando "un cortoplacismo evidente".

Criticó que falte "dinero y planificación real con un calendario" para hacer efectiva la transición energética, considerando que "sin financiación, sin inversión pública, sin apuesta real y sin un calendario claro, esto no va a hacerse".

La dirigente de Sumar Mugimendua explicó que Euskadi "parte de una posición excepcional para aprovechar esta ola verde" al contar con "una industria avanzada, una red cooperativa sólida, centros tecnológicos de referencia internacional y universidades conectadas con el tejido productivo".

Indicó que "cada millón invertido en energías limpias crea hasta tres veces más empleo que en combustibles fósiles", por lo que "la transición verde no solo no destruye trabajo, sino que lo multiplica, lo cualifica y lo enraíza en el territorio".

Subrayó que "las energías renovables ocupan hoy menos del 1% del suelo estatal y no superarían nunca el 2,5% incluso con una descarbonización total", rebatiendo las narrativas contrarias a su desarrollo.

Por último, dijo que Euskadi "tiene la tecnología, tiene el talento y tiene la conciencia social para ser vanguardia en Europa, pero le falta lo más importante: voluntad política capaz de convertir ese consenso climático en un proyecto de país".