Imbroda insinuó que la reacción del Ejecutivo tras los incidentes de Melilla no fue todo lo firme que debería haber sido, pero achacó estas carencias a la “incompetencia” del presidente.

En su opinión, el Ejecutivo ha demostrado que “no sabe defender debidamente a España” e instó a alejarse de una prudencia que puede ser mal interpretada por Marruecos y que resultaría “fatal” para las relaciones bilaterales y para la ciudad de Melilla.

También reprochó al ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que no visitara la ciudad autónoma después de las agresiones a las mujeres policía melillenses y que se prefiriera ir a Rabat para firmar la puesta en marcha de dos comisarías conjuntas, en vez de pedir explicaciones a las autoridades marroquíes sobre los incidentes.

Con todo, Imbroda insistió en que hay relaciones de buena vecindad con Marruecos y que la presencia de más militares o policías en la ciudad sólo serviría para elevar el consumo, pero no para mantener la seguridad, que está garantizada.

El presidente de la ciudad autónoma insistió en que España y la Unión Europea mantengan una “política de firmeza, que no de agresión”, con Marruecos y pidió al Gobierno Zapatero que exija “lealtad” a las autoridades del país norteafricano.