Así lo explicó Ordeig en este evento organizado por Nueva Economía Fórum en Barcelona, donde sostuvo que “no puede ser que cada ampa [asociación de padres de alumnos] decida si un producto es bueno o no”, lo que acaba provocando que no se sirvan alimentos como los lácteos o la carne.

Como paso previo a la aprobación de la ley, el consejero anunció que la Generalitat aprobará en las próximas semanas la Estrategia Alimentaria de Cataluña que dará continuidad a la que estaba preparando el anterior gobierno autonómico de ERC.

“Queremos poner en valor la producción de alimentos en la sociedad”, apuntó Ordeig antes de añadir que eso incluirá formación alimentaria en las escuelas para que los niños sepan “que los alimentos no caen del cielo ni se producen por arte de magia”.

En esta línea, señaló la importancia de “culturizar a la sociedad en la alimentación” para que los consumidores se acostumbren a mirar las etiquetas para conocer aspectos como el valor nutricional o la trazabilidad de los productos.

Otros elementos que incluirá la ley serán, según explicó, la obligación para las administraciones de adquirir alimentos de proximidad en las compras públicas, además de una batería de medidas de soporte a los productores.

Ordeig, quien se mostró convencido de que la ley logrará “una mayoría muy amplia” en el Parlament, lamentó que “estamos perdiendo el relato del producto de proximidad” y pidió tomar el ejemplo de Francia y advirtió de que “si se produce en otra parte del mundo la huella de carbono será muy superior”.

Además, pidió también tomar el ejemplo de Italia en su promoción de alimentos como el aceite de oliva o el vino especialmente en aspectos como la presentación del producto y el marketing.