Durante su participación en el “Fórum Europa, Tribuna Euskadi”, organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum, Celaá dijo que los acuerdos son posibles y, sobre todo, “son buenos”.

La consejera del Ejecutivo autonómico aseguró también que, a pesar de que “tenemos un buen sistema de enseñanza, es preciso devolver la educación al sistema, liberarlo de grandes cantidades de materiales de aluvión que se han ido depositando en sus orillas y conseguir un sistema libre de prejuicios y acorde con la sociedad moderna y abierta que hoy es Euskadi”.

En este sentido, Celaá afirmó que “nuestro sistema educativo debe ser acogedor de los múltiples sentimientos y emociones de pertenencia, de las múltiples identidades de los vascos”, porque “en una sociedad democrática avanzada, todo ha de ser susceptible de debate sin que nada sea tabú”.

La responsable de Educación vasca apuntó a “la modernización del sistema educativo vasco” como objetivo prioritario de su departamento y dijo que “la educación es el eje del cambio, el instrumento imprescindible para construir un nuevo patrón de crecimiento más justo, solidario y sostenible”.

Tras manifestar que “educar no es adoctrinar”, agregó que, por ello, el adoctrinamiento “debe erradicarse de la escuela vasca”.

Además, Celaá reclamó “beligerancia contra el terrorismo y fortalecer la cultura democrática” para el sistema educativo. “Nuestro sistema educativo debe tomarse muy en serio la defensa de la democracia y el sistema de libertades, lo que va unido a la deslegitimación del terrorismo de ETA y su ideología autoritaria. La escuela es un espacio de libertad y de diálogo, la violencia es la anti-escuela”, añadió.
 

INVESTIGACIÓN
Isabel Celaá adelantó que su departamento impulsará la investigación como “instrumento para progresar”. “Nuestro objetivo”, dijo, “es impulsar una carrera investigadora que permita a nuestros jóvenes con vocación vivir en condiciones homologables a cualquier profesional”.

Asimismo, aseguró que su departamento orientará la educación vasca hacia un marco de educación trilingüe en el que el euskera, el castellano y el inglés sean lenguas de enseñanza. Celaá defendió que este avance debe ser “progresivo, de acercamiento y confluencia, partiendo de la propia realidad lingüística de cada centro”.