Así lo aseguró durante este encuentro en Málaga organizado por Nueva Economía Fórum, que casualmente ha coincidido con el visto bueno del gobierno regional para desarrollar un proyecto en las cubiertas basado en el que diseñó Ventura Rodríguez y que estaba “bloqueado” desde finales del siglo XVIII.
 
El prelado (de origen valenciano) remarcó que, a su llegada a la diócesis en 2008, que no había pisado antes, descubrió unos “retos” gracias a su perspectiva “sin ningún prejuicio” de alguien llegado de fuera.
 
“A la catedral se le llamaba ‘la manquita’, me molestaba”, reconoció, pero, en su opinión, no sólo le faltaba la torre, también las cubiertas y la sacristía. “Era una sinfonía inacabada” y “había que hacer lo imposible para resguardarla de las infiltraciones de la lluvia”, pues su piedra calcárea era “como el terrón de azúcar en el café”. “Lo de menos era la torre. No la voy a hacer por falta de tiempo”, dijo.
 
Catalá aseguró que para financiar estas obras hará “como con las demás”. “Vamos a pasar el cepillo y lo que haga falta”, indicó, pero que también cuenta desde “hace años” con “promesas” de varias instituciones civiles, económicas, empresas y entidades del ámbito privado para colaborar en el proyecto.
 
“Espero que la misma Junta se implique porque, informado por mis antecesores durante casi 40 años, ha habido muy poca colaboración de la Junta en el patrimonio de la Iglesia. En el cambio político, no estoy haciendo propaganda de nadie, se ha notado un cambio de actitud a colaborar en la financiación de las obras que interesan a todos. Estoy muy esperanzando en que Málaga va a responder”, apostilló.
 
En respuesta a si en ese cambio de actitud se podría deber a la convocatoria de elecciones al Gobierno andaluz, el prelado aseguró que “habrá que preguntárselo a los políticos”. “Supongo que algo sí que habrá influido”, añadió.
 
OTRAS OBRAS
 
Los arreglos de la catedral no son los únicos a los que se enfrenta el obispo de Málaga, pues ya ha capitaneado un plan especial para el seminario y rehabilitaciones de grandes basílicas de la capital como la de San Juan Bautista, Santiago Apóstol y Los Mártires. “Rehabilitar los bienes es una tarea que el obispo tiene y toda la sociedad malagueña”, apuntó, a la par que agradeció la ayuda prestada al ayuntamiento de la ciudad.
 
Precisamente, durante el encuentro informativo tomó la palabra el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que subrayó el “papel importantísimo” de la Fundación Victoria, presidida por Catalá, en el ámbito educativo y social.
 
Por ello, el edil propuso esta institución como ejemplo para todo el sistema educativo “sobre todo” para centros públicos a la hora de promover valores y formación a los jóvenes. Además, agradeció que las obras de la casa diocesana ofrezcan “un equipamiento de primera línea” a “toda Málaga”.
 
El obispo matizó que todo ello ha sido posible gracias al “trabajo en equipo” e incluyó en el agradecimiento a medios de comunicación y cofradías. “Solo pido libertad de enseñanza, que los políticos nos dejen hacer, no nos prohíban, no nos estrangulen con exigencias o ideologías políticas. La iglesia a hace mucho si la dejan en libertad”, indicó.
 
“Si somos una sociedad plural, tiene que permitirse que exista la posibilidad real de que existan iniciativas privadas y sociales”, revindicó y también exigió “que los padres tengan libertad de elegir centro educativo”. “No es un derecho de la escuela o del obispado, es de los padres. Los padres son los que tienen el derecho de educar a sus hijos según sus convicciones. Está en nuestra constitución, en el artículo 27”, zanjó.
 
Durante la presentación, la vicepresidenta tercera de la Diputación de Málaga, Francisca Caracuel, también se refirió a la labor de la Fundación diocesana Santa María de la Victoria, creada en los años 50 del siglo pasado por el cardenal Herrera Oria, y que supone una “escuela de valores meritoria e impagable” y que, según ella, con Catalá ha tenido un crecimiento “exponencial” en número de docentes, alumnos y colegios.
 
La representante de la Diputación también destacó algunas fechas señaladas en la biografía del obispo que ha viajado en tres ocasiones a África con el Papa y que actualmente es miembro de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española y su carácter “melómano, como buen valenciano”, además de su “especial sensibilidad desde el principio para entender y conectar con la religiosidad popular que se vive de manera muy diferente en Andalucía”, dijo en referencia a la vinculación con las cofradías.
 
INMATRICULACIONES
 
Catalá también fue preguntado por las inmatriculaciones de bienes por parte de la Iglesia, y aseguró que “nunca ha inscrito nada”, sino que lo ha hecho “un funcionario del Estado” a partir de una documentación. “Si el registrador lo admite es que es de veras. No tiene sentido que se diga que la Iglesia se ha apropiado de lo que no era suyo”, añadió.
 
Es más, aseguró que desde 1998 hasta 2015, cuando se permitió la inmatriculación de bienes, en la diócesis malagueña se registraron 222 inmuebles, pero el informe elaborado por el Gobierno reflejaba que se habían inscrito 264. “Esa diferencia no son (inmatriculaciones) nuestras, no están inscritas, pero nos las han puesto falsamente. No quiero dudar de que lo han hecho para fastidiar”, apostilló.
 
“Ni tenemos que devolver ni nadie ha protestado reclamando un inmueble. El que quiera tener mayor derecho que se vaya al juez. Demuéstrelo”, recomendó.