En este acto organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid, Batet llamó por el camino de la “cultura y la ética de la lealtad institucional y del sentido de lo común, del sentido de estado”, durante la presentación que hizo del portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, al que llamó a que “consiga atraer a esa bandera a todos, al máximo de grupos”.

La tercera autoridad del Estado ensalzó que “el Parlamento es debate y diálogo, pero no en el vacío. Diálogo para tomar decisiones, diálogo para construir políticas efectivas” y destacó que Gómez, a su “reconocida capacidad de explicación y convicción” unió la “más discreta pero no menos efectiva habilidad para impulsar los acuerdos y garantizar la estabilidad parlamentaria”.

Batet aprovechó el momento para ensalzar a algunos de los predecesores de Gómez en la responsabilidad de la Portavocía del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso. Así, destacó la “capacidad de explicación, convicción y liderazgo” de Alfredo Pérez Rubalcaba, pero también las de “dirección de equipos y simpatía personal de Toño Alonso”, los dos portavoces que “nos dejaron demasiado pronto, pero a los que todos recordamos”.

Sobre Adriana Lastra, la vicesecretaria general del PSOE y hasta hace unos meses portavoz de los socialistas, Batet ensalzó que “ha sido un ejemplo de ese liderazgo y de la construcción, la estable y la diaria, de mayorías no siempre fáciles. A ella debemos en gran parte los acuerdos que han marcado las mayorías de estas legislaturas”.

La presidente del Congreso explicó que los portavoces son quienes lideran y configuran "el talante de nuestro Parlamento, el clima que en el mismo se respira y se traslada a los ciudadanos. Son ellos quienes con su ejemplo y con sus capacidades de orientación política definen el grado de respeto entre los grupos, el nivel de atención a las posiciones ajenas y la vocación de servicio a lo común y no sólo de énfasis en lo partida”.

En este sentido, Batet alabó que Gómez ha sabido “siempre orientar sus intervenciones, incluso las más duras en la crítica, hacia esos valores de respeto y escucha, de convicción pero también de apertura al otro” y eso es “promesa de futuro” a agradecer y una opción que “asuman cada vez más grupos y pueda abrir espacios para un nuevo clima de respeto y diálogo parlamentario, el que ya en su momento supieron impulsar quienes asumieron el reto de ser portavoces de una mayoría de gobierno”.