Ros intervino en la edición de este martes de la citada tribuna informativa, que organiza Nueva Economía Fórum, y distinguió entre competencias y responsabilidad augurando que los ayuntamientos tendrán que seguir ejerciendo las que les demanden los ciudadanos, ya sea por delegación, aumentando la presión fiscal, priorizando unas cosas sobre otras o bien mejorando la eficiencia en la gestión.

Asegurando que le consta que los alcaldes del PP han reivindicado las mismas cosas que los socialistas contra su propio Gobierno, porque “este país es más corporativo que otra cosa”, Ros advirtió de que los nuevos modelos de gestión de los servicios públicos no van a reducir los costes, porque sólo cambiará la administración a la que se le atribuyen, y que la única forma de ahorrar es eliminando esos servicios.

En general, el alcalde ilerdense criticó que el desarrollo territorial de España siempre haya dado prioridad a las comunidades autónomas, y teme que con el debate actual derivado del proceso soberanista catalán siga ocurriendo lo mismo.

Por el contrario, para él los ayuntamientos son un catalizador mucho más potente de la colaboración público-privada que las autonomías; una colaboración que ha de tener lugar siempre que la gestión privada sea más eficaz y que la universalidad esté asegurada y no tenga que garantizarla la Administración, como sí ocurre en la sanidad, la educación, la seguridad y los servicios públicos básicos.