Louzán comentó en el citado foro informativo, organizado por Nueva Economía Fórum y celebrado en Madrid, que, según un estudio del impacto económico y social de PwC, “cada euro gastado en organización e inversiones genera un impacto en el PIB de 2,4 euros para España”.

El torneo, supondría crear más de 90.000 empleos, de los cuales 56.000 serán directos y casi 9.000 para menores de 24 años. España recibiría 1,4 millones de visitantes e ingresaría 3.700 millones de euros de gasto turístico. Además, recaudaría unos 1.800 millones de euros desde el punto de vista fiscal, la inversión extranjera directa se cifra en unos 1.000 millones de euros y unos 2.500 millones irían a remodelar estadios y sedes de entrenamiento. “Es un elemento estratégico para este país. Tiene que haber unidad y tenemos que estar a la altura”, comentó.

En este sentido, abogó por “dejar aparte ideologías, sectarismos y cosas que no conducen a nada”, en favor de “un gran evento que va a ser probablemente el mayor evento que nunca antes se ha celebrado en España”.

Respecto a las sedes del Mundial, Louzán indicó que “la FIFA tiene la última palabra”, aunque Valencia y Vigo, que están fuera de la primera preselección, presionan para entrar en la lista. “No sería explicable que España no fuera la sede de la final del Mundial”, comentó Louzán, antes de destacar que España tiene “el 55% del peso de la organización”, ya que ofrecerá 11 de las 20 ciudades que albergarán la competición.

A este respecto, indicó que “se sobreentiende que España debe ser la organizadora de la final de ese Mundial”. “Hemos de estar a la altura. Todos los actores públicos y privados, pero especialmente también los actores del fútbol, tenemos que estar unidos”, apostilló. Louzán comentó que Madrid, Barcelona y Casablanca están en la relación de ciudades candidatas para acoger la final, y comentó que en esa localidad marroquí “van a construir un gran estadio”.