Éste fue el anuncio que se reservó Aragonès para su intervención en el evento informativo que organiza Nueva Economía Fórum, en la presumió de haber “reconstruido los servicios públicos” tras la pandemia de covid, y aseguró que ahora los adaptará para la Cataluña de los 8 millones de habitantes, que ya no es de los 6.

En educación, prometió que se mantendrá el cheque de 60 euros por alumno para comprar productos en comercios de proximidad, y que lo extenderá a la Enseñanza Secundaria para así cubrir todas las etapas de educación obligatoria.

En todo caso, como “gran objetivo” señaló la gratuidad y universalidad de la educación de 0 a 3 años en la legislatura, con la de 0 a 2 como “buen punto de partida”. A pregunta de los periodistas en el coloquio, precisó que los centros públicos asumirán las cuotas que pagan las familias, mientras que a los privados se les dará “un apoyo”. “Esta combinación me parece que es razonable”, apostilló.

Aragonès reconoció que habrá que recalcular los costes para el erario público de esta extensión de la gratuidad de la educación infantil, y también avanzó que se reducirán las ratios de alumnos por profesor y que se revalorizará el papel de las profesoras y su función de educadoras, porque esa etapa escolar también “es un ámbito educativo” y “hay que ponerlo en valor”.

Antes, en materia económica, y también como presidente y candidato, presumió de que la economía catalana "funciona" y de su apuesta por la investigación y el conocimiento como prioridad. En este sentido, puntualizó que "prioridades tiene que haber pocas", y "si no son unas, son otras", de forma que, si él no lidera el próximo Gobierno catalán, "está en riesgo ese camino" y podría volverse a promover " una economía puramente de servicios".