El comisario de Defensa reclama aumentar el gasto porque “es hora de que nos valgamos por nosotros mismos”
El comisario de Defensa reclama aumentar el gasto porque “es hora de que nos valgamos por nosotros mismos”
Andrius Kubilius instó a impulsar la autonomía de seguridad europea en un encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum en la capital comunitaria, ante la guerra de agresión rusa en Ucrania y el cambio de postulados de la Administración de EEUU con respecto a la UE tras la llegada de Donald Trump.
Kubilius aseveró que la Unión Europea no compite con la OTAN, y consideró que, si los 27 apuestan por el plan de rearme propuesto por la Comisión, la Unión Europea puede aportar valor añadido “para garantizar que los Estados miembros de la OTAN tengan las armas necesarias para realizar su trabajo”.
El plan, explicó, pasa por el apoyo de la Comisión a los Estados miembros para que desarrollen sus capacidades nacionales de defensa “y construyan una sólida industria europea de defensa”.
El comisario esgrimió el Libro Blanco de la defensa presentado hace unos días para subrayar que la industria de defensa “no es una industria cualquiera, porque es un recurso estratégico”. Un recurso, añadió, que “en caso de guerra debe estar cerca del campo de batalla”.
Tras sostener que la industria de defensa europea “fabrica productos de muy buena calidad”, advirtió de que, no obstante, “presenta numerosos problemas”. Señaló que, en los 15 meses posteriores a la invasión rusa de Ucrania, “los Estados miembros compraron solo el 20% de su equipo militar en la Unión Europea”.
“No tenemos un mercado único de defensa, nuestra industria de defensa está muy fragmentada”, consideró, y apuntó que siempre dice a los ministros con los que se reúne que “proteger la industria nacional no nos protegerá de Rusia”.
Kubilius abogó por desarrollar la industria de defensa de toda la Unión Europea, sin fragmentación, con un mercado único en defensa y con capacidad para competir globalmente.
“Es hora de que en Europa nos valgamos por nosotros mismos”, afirmó, y agregó que “450 millones de ciudadanos de la Unión Europea no deberían depender de 340 millones de estadounidenses para defenderse de 140 millones de rusos, que no pueden derrotar a 38 millones de ucranianos”. “Podemos hacerlo mejor”, apostilló.
En la misma línea, aseguró que en la UE carecemos de miles de carros de combate, de vehículos blindados, de nuevas piezas de artillería y equipos de defensa de alta tecnología.
Además, instó al desarrollo de herramientas como el transporte aéreo estratégico y el abastecimiento de combustible aire-aire. También, “implementar grandes proyectos de defensa de interés común europeo, como el escudo antiaéreo o el escudo de defensa de la frontera oriental”.
Para lograr el objetivo de fortalecer estructuralmente la industria de defensa de la UE, el comisario destacó el impulso de la Comisión a una mayor inversión europea y a proyectos conjuntos, para superar la fragmentación. También para eliminar los obstáculos burocráticos.
La propuesta, recordó, es movilizar un potencial de 800.000 millones de euros adicionales para defensa durante los próximos años, de los que 150.000 millones son en forma de préstamos garantizados de la Unión Europea, con un vencimiento de 45 años.
Además de los préstamos, señaló que se permite a los Estados miembros exceder las reglas fiscales para invertir un 1,5% adicional de su PIB en defensa.
“Si todos los Estados miembros destinan un 1,5% adicional de su PIB a defensa, esto supondrá 650.000 millones de euros adicionales para el gasto en defensa en la UE en los próximos cuatro años”, remarcó.
“No puede haber más tabúes”, enfatizó, con respecto al gasto en armamento, y agregó que los que había “los estamos rompiendo”, como con el hecho de que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ya tiene más posibilidades de invertir en defensa.
Y en este punto recordó que la Comisión puede proponer, coordinar y legislar, “pero los Estados miembros son responsables de la defensa” y ahora “deben actuar y tomar las decisiones necesarias no solo para su propia defensa, sino también para proteger a los 450 millones de habitantes de nuestra unión”.
El que fuera primer ministro de Lituania en dos etapas diferentes se mostró partidario de que Europa cuente con campeones industriales en defensa y espacio para competir a escala global. Al aspecto recordó que, de las empresas más grandes en defensa y espacio a nivel mundial, en defensa la empresa europea más grande es Leonardo, que es la número 13.
Por ello, sostuvo que “no deberíamos temer la expansión y la consolidación de empresas, haciéndolas de tal tamaño que les permita competir globalmente”, sin por ello descuidar a las pequeñas y medianas empresas.
Una de las cuestiones que quiso explicar el comisario surgió tras la intervención de Nathalie Errard, vicepresidenta senior, responsable de asuntos de Europa y la OTAN de Airbus, que le preguntó cómo explicar a la gente que una autoridad de diseño de programas de la UE “es la única manera de tener propiedad intelectual y no depender de la influencia de terceros países”. Algo que, señaló, “parece una medida proteccionista”.
Kubilius dijo que la Comisión está convencida de la necesidad de la compra conjunta, el desarrollo conjunto de proyectos y el desarrollo de los llamados proyectos europeos de defensa de interés común y esto “no tiene nada que ver con ningún tipo de proteccionismo”, recalcó.
Con respecto a la colaboración con la industria de EEUU, dijo no tener quejas, pero sí criticó abiertamente las regulaciones estadounidenses que rigen para todas las armas que exportan, y afectan incluso a componentes de dichas armas.
Según la legislación ITAR (The International Traffic in Arms Regulations), recordó, Estados Unidos mantiene el poder legal para decidir dónde se pueden usar o no esas armas “y eso es lo que vimos recientemente en los acontecimientos bélicos en Ucrania”. Por eso, subrayó que en la UE “necesitamos contar con capacidades que nos permitan decidir qué usar, qué objetivos elegir, etcétera”.