En un encuentro informativo del Fórum Europa, organizado por el Nueva Economía Fórum, Almunia apostó por reforzar el papel de los supervisores bancarios “para que obliguen a cumplir las reglas” y para que, en el caso de que no se cumplan, “haya consecuencias”.

Apostó, de hecho, por “limitar la parte variable de las retribuciones, poner incentivos a medio plazo” (no anuales) y por que, cuando los resultados sean malos, “haya consecuencias y se disminuya la retribución”. También abogó por que los sistemas retributivos que no cumplan con el marco establecido sean considerados “de riesgo”.

“Ni en Londres, ni en Estados Unidos… encuentro ya apóstoles de la desregulación”, dijo, en este sentido. “O han cambiado de opinión o se callan y, al menos, son discretos”, añadió.

Para el comisario europeo, “hace falta coordinación global” tanto en el G20 como en Europa. En este sentido, dijo que “hace falta más integración europea”.

A su juicio, la próxima presidencia europea de la UE será “clave” en este sentido, dado el “europeísmo” de la sociedad española. “España va a marcar las prioridades y la dirección de cómo Europa va a salir de la crisis”, dijo.

Ideas como la francesa de resucitar el “tobin tax” (un impuesto a las transacciones financieras internacionales) es, para Almunia, una idea “excelente” que, sin embargo, no parece viable por el momento.

Finalmente, Almunia se posicionó en contra del proteccionismo, ya que “el intercambio y la coordinación dan mejores resultados que el egoísmo y la cortedad de miras”. “No vamos a dejar que se pongan barreras al comercio mundial”, usando la crisis como excusa.