Durante un encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Barcelona, Bote explicó que el “mundo municipal siempre ha estado al margen” y que los alcaldes “independientemente de sus colores siempre han sido capaces de buscar consensos, de trabajar juntos y de cooperar”, que ha sido “uno de los éxitos de las políticas locales” a lo largo de la democracia.

Preguntado por la hipotética entrada de la ultraderecha en ayuntamientos catalanes, Bote replicó que “la preocupación principal” es “cómo impactará eso en la gobernabilidad y cuáles serán los efectos en el día a día”.

“Lo que nos preocupa es poder atender las necesidades que nos surgen cada día sin perder una mirada larga y sabemos que estas fuerzas pueden responder a muchos sentimientos y muchas emociones pero no a un planteamiento racional de cómo dar respuesta a las diferentes necesidades”, relató.

Para el alcalde, “la respuesta” a “las nuevas dificultades” es “el poder público” y “las políticas públicas”. Asimismo, aseguró que tras intercambiar opiniones con otros compañeros los efectos “tienen más que ver con cómo este populismo impactará en la gestión”.

En esa línea, llamó a “no perder el buen clima de consenso y de diálogo entre los partidos que están presentes” en la Federación de Municipios de Cataluña donde se “reflexiona colectivamente”. “Que no se pierda esta mirada porque yo creo que ha sido un valor de estabilidad muy importante para hacer avanzar el conjunto del Gobierno local”. No obstante, lamentó que el clima actualmente no es el mismo en la Federación Española de Municipios y Provincias, “que no está en esta tesitura”.

Sobre la difusión de los mensajes de ultraderecha a través de las redes sociales y cómo llegan a la gente joven y quienes están cansados de la política, señaló que “hay que identificar lo que hay detrás”.

Para explicar la situación, expresó que subirse “a los coches de choque en una feria y es muy divertido, pero aunque alguien se pase el día chocando el coche acelerando, frenando y yendo continuamente a la gresca la atracción sigue quieta y no se mueve”. No obstante, celebró que “tradicionalmente” y “colectivamente” los ayuntamientos han conseguido ser “una vía de tren” que aunque con “diferencias” avanza “con una única dirección”.

“No voy a entrar a comentar lo que hacen los otros pero sí creo que debemos tener esa capacidad de tener unos acuerdos mínimos básicos que nos permitan continuar avanzando porque los retos no esperan”, apuntaló.