Álvarez intervino en el citado acto informativo organizado por Nueva Economía Fórum en el que indicó que está prevista una movilización el día 14 de este mes para dar continuidad al proceso que iniciaron a principios de año con el objetivo de pedir la derogación de las reformas laborales y que ahora “van a tener, sobre todo, como centro” la subida del SMI, dado que la negociación sobre la reforma laboral “avanza”.

Defendió un incremento del salario mínimo por ser “justo” y “razonable” y argumentó que “no hay ningún país de la UE” que no haya subido el SMI en este año. Asimismo, sostuvo que “estamos comprometidos” con elevarlo y si se da cumplimiento a llevarlo al 60% del salario medio en 2023, “deberíamos ir a un SMI entre 1.100 y 1.200 euros”. Aseguró que se va a seguir reivindicando el incremento.

Por otra parte, fue preguntado sobre la respuesta de la patronal CEOE a la propuesta del Ministerio de Trabajo y Economía Social sobre la reforma laboral considerándola “marxista” y respondió que estas declaraciones “hay que entenderlas como viene siendo habitual por parte de CEOE cuando empezamos un proceso de negociación”.

Álvarez dijo que “son tan moderadas que los sindicatos vamos a hacer una propuesta que se acople más a la posición nuestra de derogación” al considerar que lo planteado por Trabajo está “a medio camino”.

El dirigente de UGT pidió que la patronal sea “coherente con lo que dice” si rechaza la precariedad laboral. “Hay que decir qué vamos a hacer y si las soluciones es que todos seamos precarios y tengamos una situación insoportable de temporalidad, lo tienen que explicar”, dijo.

En cualquier caso, para Álvarez son “los primeros envites” de una negociación que “no va a ser nada fácil” y que se intentará que se cierre con acuerdo.

También fue preguntado sobre la nueva patronal Conpymes y el acompañamiento desde el Gobierno cuando se presentó y dijo que en el caso de las organizaciones sindicales hay unas elecciones para decidir quién las lidera. “Nosotros no somos un club de petanca” y “me tiene al pairo que el Gobierno vaya a acompañar a quien quiera”, dijo Álvarez, aunque matizó que “no me gusta mucho” por el gasto de recursos públicos que supone y que va “contra las leyes”. “A nosotros lo que nos interesa son organizaciones sindicales fuertes, con capacidad de negociación”, sentenció.