Blanco aseguró durante su intervención en la citada tribuna de debate, organizada en Sevilla por Nueva Economía Fórum, “estar convencido de que gracias a esa gente es problable que las encuestas no se correspondan con el veredicto final”.

En este sentido, el ministro no rehuyó su análisis sobre las encuestas actuales, que, en su mayoría, dan al Partido Popular una victoria muy holgada en los próximos comicios. Aunque reconoció que “creo en las encuestas”, quiso dejar claro que éstas “reflejan el estado de opinión en un momento determinado y que sólo tenemos la tendencia de mirar el resultado electoral y nada más”.

Por ello, confesó que él busca otra serie de datos en su desarrollo, como “los problemas del país, el grado de indecisión de los electores o la valoración de los líderes políticos”; una última variable a la que se refirió añadiendo que “me resulta difícil pensar que los ciudadanos vayan a votar a un líder al que no valoran positivamente”.

OPTIMISMO
A pesar de ello, el portavoz del Gobierno quiso lanzar un mensaje de optimismo a sus electores y militantes frente a los resultados que se desprenden de las encuesta, y que sitúan al Partido Socialista muy por detrás, en cuanto a la intención de voto, del Partido Popular. “Cuando existe tanto consenso sobre algo es malo, aunque en este caso es bueno para nosotros”, indicó.

Y añadió, por último, con respecto a un posible vuelco electoral, que “no hay batalla más perdida que aquella que no se pelea o no se da”.

Precisamente, y en cuanto a la dinámica electoral actual, Blanco insistió en que para él “hay una tendencia muy clara”. En este sentido, recordó que “mientras Rubalcaba hace propuestas, Rajoy no; mientras Rubalcaba cuantifica propuestas, Rajoy no las tiene; mientras Rubalcaba tiene un proyecto de país, Rajoy tampoco lo tiene. Es muy difícil darle así el voto a una persona que pide un cheque en blanco para que luego usen la motosierra para acabar con el bienestar del Estado”, añadió.

Finalmente, el ministro se refirió al trabajo desarrollado por su partido en los últimos años, del que aseguró sentirse “muy orgulloso”. Resaltó que “a pesar de las dificultades, el Partido Socialista ha sido capaz de preservar el gasto social”, y eso será lo que quede “para la historia de España y el bienestar de los ciudadanos”.