Finalmente, Gómez Navarro se mostró a favor de la privatización de la gestión de los servicios públicos, en concreto, de la Sanidad. "El Estado ha de garantizar un catálogo de servicios sanitarios de calidad, lo preste quien lo preste. Y ha de prestar el servicio el que lo haga mejor", dijo.

En este sentido, señaló que, para mejorar la productividad y competitividad, más allá de las inversiones en tecnología, es preciso "asumir los convenios colectivos con radicalidad" y combatir el absentismo que, "en los últimos cuatro años se ha duplicado".

"Todo el mundo ha de tener claro que, si al compañero de al lado falta diez días al trabajo por depresión, esto va a influir en tu sueldo", dijo. Por ello, se posicionó en contra de la "falsa solidaridad" que encubre a la "picaresca del absentismo".

Para mejorar la competitividad española, en su opinión, también es necesario poner fin al exceso de leyes y de burocracia ("hay que regular menos y mejor") y a la ineficiencia del sistema judicial ("hay que invertir dinero en él para que sea rápida y eficiente, y exigir a los jueces que se comporten como un funcionario más").

Arremetió, asimismo, contra el actual sistema educativo que, lejos de fomentar el espíritu empresarial, tiene "aversión al riesgo" y "forma funcionarios o empleados".

"El ideal de toda madre es que su hijo sea abogado del Estado o diplomático. Si es homosexual, diplomático, y así lo ve poco", dijo Gómez Navarro.

A su juicio, además, el sistema educativo no ha de transmitir conocimientos, "que están en Internet", sino habilidades como hablar en público, toma de decisiones, manejo de las nuevas tecnologías, etcétera.

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