Durante su participación en el 'FÓRUM EUROPA. Tribuna Euskadi', organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum, Matellanes dijo que “los modelos de gestión como el de la ABAO o el modelo europeo y americano han funcionado adecuadamente en tiempos de bonanza económica, pero actualmente la ópera se enfrenta a un restricción y a una escasez de recursos tanto públicos como privados”.

Se refirió a las dificultades por las que atraviesan otras óperas, como las de Nueva York o Washington, que ha tenido que aplazar recientemente su programación.

Además, el presidente de la ABAO cree que los efectos de la crisis se notarán más a partir del 2010, aunque ya se han producido recortes significativos, en torno al 15%, en las subvenciones públicas y sobre todo en el patrocinio y el mecenazgo.

FUTURO COMPLICADO

A pesar de la crisis, Juan Carlos Matellanes reconoció que los ingresos de taquilla se mantienen en niveles similares a los del año pasado. “Nos enfrentamos a un futuro complicado, aunque confío en que la calidad de las representaciones no se vea afectada, pero sin duda se van a posponer proyectos”, añadió.

“En tiempo de crisis se puede disminuir el número de títulos por temporada, pero en ningún caso se deben bajar las calidades”, indicó Matellanes, quien considera que en el futuro predominarán las representaciones de repertorio y “lo que no se va a poder es continuar con el aumento desmesurado de los costes”.

El presidente de la ABAO lamentó que la ópera, debido a sus elevados costes de montaje y a las limitaciones de aforo en comparación con otras actividades culturales, “es deficitaria” y necesita de otras fuentes de ingresos para que el género pueda sobrevivir y desarrollarse, por ejemplo a través de las subvenciones estatales, como en el modelo español.

La ABAO cuenta con un presupuesto de 11,4 millones de euros, frente a los 53 de los que disponen la Ópera del Liceo o el Real de Madrid. “Esto hace que la ABAO sea la entidad más eficiente, programando una ópera de similar o igual calidad que estos teatros, pero con un coste sustancialmente menor por localidad vendida”, añadió. Además, dijo, la subvención estatal se sitúa en el 4,2%, frente al 26 o 28% del Real o del Liceo.

Otra de las fuentes de financiación es la del mecenazgo de las empresas, pero Juan Carlos Matellanes reconoció que “en época de crisis es muy difícil mantener un mecenazgo cuando se está despidiendo a empleados”. “Esperamos que pase pronto”, concluyó.