Así lo aseguró en el encuentro organizado por Nueva Economía Fórum en Bilbao al ser preguntado por su postulación como futuro presidente del club de fútbol de la capital vizcaína.
 
“En principio, no tengo intención de dimitir, otra cosa es que la realidad y con el día a día veamos que es imposible mantener ambos cargos”, señaló Barkala, quien recordó que el puesto de presidente del club “no está retribuido”.
 
Cuestionado por su proyecto, el presidente del Puerto de Bilbao aseguró que hay un grupo de entre “40 y 50 personas” trabajando en un proyecto “atractivo” en el que tendrán que “acertar” en la elección de un director deportivo, un entrenador y un director para la cantera. Aunque reconoció contactos con diversos perfiles, no quiso mostrar sus preferencias deportivas.
 
No obstante, apuntó que todavía ni siquiera se han convocado las elecciones, aunque estas están programadas para “finales de junio o principios de julio”, cuando la temporada esté acabada. Barkala indicó que es, hasta el momento, la “única persona” que ha manifestado su intención de postularse a la dirección del equipo, aunque reconoció que hay “una o dos personas” más que “se están moviendo” para ello.
 
FUTURO DEL PUERTO
Preguntado por el futuro del puerto de Bilbao, Barkala señaló que la ampliación del puerto está “cuasifinalizada” en el aspecto físico, con la construcción de 50.000 metros cuadrados que estarán operativos en tres años. “Incluyendo esta obra, el nivel de ocupación es del 85%, es decir, que ya estamos apretados para posibles empresas que se interesen por el puerto de Bilbao”, explicó.
 
A esta obra se sumará la segunda fase del espigón central, compuesta por 300.000 metros cuadrados. Con ella, Barkala espera alcanzar un 93% de ocupación, subrayando la “necesidad de acertar” en el tipo de operadores a los que se adjudique el puerto. “Se están interesando operadores de primer nivel, que van a hacer inversiones de 100 millones de euros, por lo que toca analizar esas ofertas”, señaló.
 
En este sentido, el presidente del Puerto de Bilbao mostró su deseo de que el peso relativo de las mercancías que no son graneles líquidos sea “superior”, aunque subrayó que debe haber un “equilibrio” entre envases y tipos de carga.