En un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Barcelona, Vilagrà comentó que con este caso de espionaje en Cataluña reafirmaron que había una “persecución política” y una “criminalización del movimiento independentista”. “Por tanto, ahora estamos peor que hace un año desde el punto de vista de confianza y negociación”, apuntó.
 
Al respecto, recordó que ella mantuvo una reunión con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, sobre este caso en la que le pidió “transparencia, asunción de responsabilidades y garantías de esto no vuelva a pasar”. En cuanto a transparencia sobre lo ocurrido, lamentó que “no se han resuelto todas las incógnitas”, ya que no se sabe cuándo empezó el espionaje o quién lo ordenó.
 
Sobre la asunción de responsabilidades, destacó que se cesó a la entonces directora del CNI, Paz Esteban, pero dijo que no sabe “si es suficiente”. Además, criticó que por el momento no tienen la “garantía” de que esto no vuelva a pasar. Por ello, aseguró que hasta que no se resuelvan estos tres elementos para la Generalitat catalana “la crisis no está cerrada”.
 
Además, recordó que ese día Bolaños le regaló el libro ‘En defensa de la conversación’, del que leyó un párrafo durante el encuentro para destacar que “no se puede tener democracia sin privacidad”. “Aquí el ministro estuvo bien”, dijo, al tiempo que ironizó con que ella le podría haber regalado el libro ‘Pegasus’ de Roger Torrent.
 
MESA DE DIÁLOGO

Vilagrà recordó que en el pacto de gobierno acordaron llevar a cabo una etapa de negociación “intensa, honesta” con el Gobierno central y luego, tras valorar esta primera, se abriría “otra etapa”. En estos momentos, aclaró, el Govern está “en la primera etapa”, por tanto, señaló que se deberían “implicar todos” en ella de forma “intensa”.
 
A su vez, aseguró que el Ejecutivo catalán es consciente de cómo está la mesa de diálogo, pero dejó claro que se tiene que “generar confianza” para que pueda haber una negociación con el Gobierno central “fluida, intensa y potente” y destacó que esta “confianza” también es necesaria en las comisiones bilaterales.
 
Al respecto, lamentó que cada vez que negocia un traspaso con el Ejecutivo de España es como “si se arranca una muela de forma dolorosa y lenta” al Estado porque es un proceso “muy burocratizado”. Por ello, anunció que no se celebrará la comisión bilateral de julio porque “no hay ningún traspaso importante sobre la mesa” y no quiere hacer “una bilateral de una foto”.
 
“Solo haremos bilaterales cuando se den las condiciones y si realmente hay contenido”, aclaró. En este sentido, informó de que el Govern hablará con el Ejecutivo de España sobre temas “anti represivos y de cómo respetar los derechos humanos”, pero para la resta de cuestiones “las relaciones no están normalizadas”. “La relación necesita mejorar y mucho”, concluyó.