Rull hizo esta aseveración en el coloquio posterior a su intervención en la tribuna que organizó en Madrid Nueva Economía Fórum, donde se le preguntó por el segundo libro de memorias del exministro de Defensa José Bono, quien entre otras cosas asegura que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, le dijo a Zapatero durante la negociación del Estatut que, si el Estado concedía más dinero a Cataluña, él retiraría del texto la definición de ésta como nación.

El coordinador general de CDC no admitió ni desmintió este diálogo. Sólo puso en duda la credibilidad de Bono en algunos testimonios, pero reconoció que “es un hombre honesto” que “habla meridianamente claro”, elogio que le valió para concluir que CDC tiene razón en su evolución independentista, porque, según su versión “ya no hay margen de maniobra” para negociar un encaje de Cataluña dentro de España.

Para Rull, el Estado español “ha renunciado a ser el Estado de los catalanes” y, en este sentido, cree que las palabras y enfoques de Bono, como los del exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra o miembros del Ejecutivo actual como Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría o José Manuel García Margallo son la demostración de que PP y PSOE muestran la misma incomprensión hacia Cataluña y de que los nacionalistas ya lo han “probado todo” para seguir en el Estado español.

El dirigente de CDC recordó que Zapatero se comprometió a aprobar el Estatuto de Autonomía que saliera de Cataluña con un apoyo mayoritario y que éste fue finalmente del 89% de los votos en el Parlamento catalán. Atribuyó la promesa a “un punto de frivolidad” por parte del expresidente, y añadió: “La frivolidad de Zapatero tiene mucho que ver con lo que está pasando en estos momentos”.

Sobre el tema de la financiación al que alude el diálogo entre Mas y Zapatero que relata el libro de Bono, Rull contestó a otra pregunta del coloquio que CDC quería “un sistema de financiación singular y bilateral”, porque “si hay plurinacionalidad hay que superar la vieja idea del café para todos”.

Aseguró que también el PSC y la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, defendían un sistema de esta índole y negó que fuera a excluir la solidaridad con otras comunidades españolas, que es “un punto de orgullo para muchos catalanes” siempre que se refleje con transparencia. Ahora bien, advirtió, la posibilidad de negociar una mejor financiación “ya es una pantalla superada” por el nacionalismo catalán entregado ahora a la apuesta por la independencia.