Gorrotxategi, protagonista en este acto organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum, defendió que “a diferencia del actual proyecto que lidera el PNV”, la ley del partido morado “sí supondría un cambio” en la forma en la que se consume y se comercializa “como recomienda la Organización de Naciones Unidas (ONU)”. La norma “tendrá objetivos claros y ambiciosos”, como el de subir los impuestos a quienes “más contaminan” o el de intensificar el uso del coche eléctrico. El horizonte es que en 2025 el 25% de los vehículos prescindan de los combustibles tradicionales.

En esta línea, la candidata de Podemos a lehendakari se mostró favorable a implantar en las ciudades del País Vasco la idea de “Madrid Central”. Especialmente en las tres capitales de la comunidad autónoma, donde bajo su parecer debe “aumentar el transporte público” fomentando el uso de autobuses eléctricos, trenes y tranvías, pero también el de bicicletas eléctricas públicas. Propuso también “descuentos en el uso del taxi”, así como la instalación de paneles solares en los tejados dando impulso al “modelo cooperativista” también en el sector energético.

“Proponemos una transformación de la economía integral que ataje los problemas relacionados con los nueve límites planetarios”, incidió. Se refirió de esta forma a las “variables” que condicionan el devenir climático del planeta y que abarcan desde el agujero de ozono hasta la cantidad de plástico en el ecosistema.

La también exsenadora consideró que la transformación energética que propone su partido se convertirá a su vez en un “yacimiento de empleos de calidad” al que no se debe “renunciar”. “Hace siglos que este pueblo se propuso liderar el mundo a través de la innovación y el esfuerzo y lo consiguió. El desafío es hoy diferente, pero el pueblo es el mismo”, destacó.

DEFENDER EL PLANETA

Gorrotxategi subrayó que su partido está “para cambiar las cosas de verdad, con atrevimiento, con audacia, con ambición, con los pies en el suelo”. “Podemos plantea un horizonte verde para Euskadi en el que los problemas sean atajados de raíz”, destacó la dirigente morada, que advirtió de que “el planeta hay que defenderlo” porque ya ha dicho “basta”. Algo que achaca a un “sistema depredador” que acerca al mundo “un poco más al abismo”.

En este sentido, defendió que “un sistema que promueve la desigualdad, que no para de aumentar distancias entre quienes más y menos tienen, simplemente no es sostenible ni social y ni política ni económicamente”. “Durante demasiado tiempo decidimos pensar que la economía iba por un lado y el ecosistema por otro”, declaró. Se trata, dijo, de un “error tremendo”, pues “ecosistema solo hay uno”, que es la Tierra. Un planeta con “recursos explotables” pero que tiene “límites obvios”.

“Juantxo López Uralde, cuando prometió su cargo de manera leal -como diputado en el Congreso-, hizo su promesa introduciendo la fórmula ‘por el planeta’. La mitad de la Cámara se echó a reír a pesar de que es evidente que para defender los intereses de toda la ciudadanía con igualdad es precioso defender el interés de nuestro planeta”. Al respecto, puntualizó que “la economía se ha visto tan alterada por la acumulación de ingentes cantidades de activos de fondos de inversión privados” que finalmente no es “justa”.

PUERTAS GIRATORIAS

La exsenadora convino al respecto con el diputado de Unidas Podemos Roberto Uriarte, que fue el encargado de presentarla en el acto de Nueva Economía Fórum. El mandatario morado avisó de que a día de hoy “el mundo se mueve en base a quemar biomasa, a quemar el compendio de los combustibles fósiles”. Todo ese “cúmulo”, añadió, se está “quemando de forma acelerada”, algo que no van a “perdonar las próximas generaciones”.

Uriarte afirmó que “la política tiene que velar por el interés general y la empresa por el interés particular”, pero ambas partes “tienen que llegar a un acuerdo”. El “problema”, subrayó, es que “algunos partidos” se han convertido en “lobby” de las compañías del “oligopolio energético” a través de las “puertas giratorias”.

“Parecerá que todos los partidos defienden opciones igual de legítimas, que cualquiera puede defender la transición, pero no basta cualquier relato que se venda bien, sino que hace falta una congruencia interna”, alegó. “La comunicación política es una pequeña pelea por introducir interpretaciones de la realidad”, sentenció.