Durante su intervención en este acto organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum, la dirigente de la formación morada destacó que su modelo, que tiene “la vista puesta en Europa”, propone no solo aumentar la presión fiscal sobre los grandes patrimonios, sino también incrementar el gasto y la inversión social.

Entre otras medidas, Madariaga apostó por generar más tramos en el IRPF y aumentar los tipos para “compensar el esfuerzo” realizado durante la crisis y reducir el “desequilibrio” que existen entre las clases bajas las que tienen más recursos. En esta línea, defendió una mayor presión fiscal para las grandes fortunas, así como la eliminación de la regresividad del impuesto de Sociedades y la introducción de incentivos para las pymes. “Entendemos que aquellas empresas con un capital más importante deben aportar más”, afirmó.

En este sentido, Madariaga insistió en que la fiscalidad es “una de las mayores herramientas para dirigir procesos de transformación económica” como el que quiere implantar Podemos, que según sus palabras busca “ofertar un tratamiento más justo a pymes, autónomos y sectores de especial interés”.

La dirigente morada puso de relieve la necesidad de “reducir las desigualdades sociales en Vizcaya”, un territorio en el que, según los datos expuestos en el desayuno informativo de este martes, hay 318.000 personas en riesgo de pobreza, y 81.000 están en situación de privación material severa.

Por otro lado, hay 54.2017 perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), “la mayoría mujeres”, y 13.550 pensionistas. “Es inaceptable en un territorio con las posibilidades de Vizcaya”, denunció.

En su programa, Podemos Vizcaya hace referencia a los peligros de la brecha salarial entre hombres y mujeres, así como la proliferación de empleos de carácter temporal. En este sentido, defendió la puesta en marcha de un modelo que “transite hacia una economía sostenible”, que “respete los límites del planeta” y genere trabajos “estables que respeten la igualdad de género”.  

 
Eneritz de Madariaga apostó por el impulso de una transición energética que tenga en el horizonte la eficiencia y la autosuficiencia  mediante redes inteligentes, la promoción del ahorro energético, el autoconsumo y el aumento de la inversión en I+D.