“Nos negamos a ser meros espectadores de lo que se decida en Madrid y en las confederaciones (hidrográficas)”, aseveró Cebrián durante el foro organizado en Valencia por Nueva Economía Fórum en el que avisó de que el Gobierno valenciano seguirá “exigiendo una nueva gobernanza en las decisiones sobre política hídrica”, tras años de políticas de “guerras del agua”.

“La política de agua, una política estratégica en el ámbito estatal, no puede decidirse de manera unilateral”, advirtió la consejera valenciana, que consideró que durante “muchos años” se usó el agua “como arma arrojadiza”. Un tiempo que Cebrián definió como “perdido cuando había dinero, y mucho” y que, a su juicio, debió usarse para invertir en “modernizar las estructuras de regadío”, y “defendernos de las inundaciones” o “prepararnos para escenarios de mayor escasez”.

En cambio, Cebrián señaló que con su política de agua se ha logrado un cambio de discurso, pasando “del conflicto al consenso”, buscando soluciones técnicas. “Han quedado atrás los tiempos en que se usaba el agua para enfrentar territorios con personas”, aseguró la consejera.

El “foco” de las políticas de agua ha cambiado ahora, según Cebrián, “de las políticas de oferta a las de demanda”. Así, señaló que “lo óptimo es la combinación de recursos”, los tradicionales, como los trasvases existentes, junto a la desalación y aguas generadas de la depuración, con una clara apuesta por la reutilización. En cuanto a la demanda, destacó medidas de “más eficiencia y de ahorro”, sobre todo con la modernización y uso racional del agua de regadío y el ciclo urbano del agua.

“Es necesario actuar ya, con responsabilidad compartida, porque nos enfrentamos a una menor disponibilidad de agua, en calidad y cantidad”, pidió Cebrián. Un problema que juzgó como “posiblemente permanente” por los escenarios que dibuja el cambio climático.