En su intervención en esta tribuna informativa organizada por Nueva Economía Fórum en Barcelona, Junqueras quiso distinguir explícitamente entre “la negociación como instrumento político, útil para reducir conflictos políticos”, y el “cómo se concreta ese principio de negociación ante unas negociaciones concretas”.
 
Así, postuló que ERC quiso “trabajar para encontrar una concreción de ese principio de negociación en una mesa de negociación que protagonizan los dos gobiernos”, y constató que “las garantías de éxito” de la mesa “dependen de la buena voluntad, de la sinceridad, de las fuerzas de cada una de las partes”.
 
“No dependen sólo de una de las partes”, puntualizó, en una forma de curarse en salud por si los éxitos no son los esperados. “Constatamos que el Gobierno español tiene a rezagar , tiene un interés escaso, claramente insuficiente”.
 
Sin embargo, aun así y volviendo a su distinción conceptual de partida, se reafirmó en que “la negociación no deja de ser útil aunque en una de sus posibles concreciones una de las partes muestre un interés francamente escaso”. Desde su punto de vista, incluso en este caso la negociación “acabará siendo imprescindible para resolver el conflicto”, y “se concretará en momentos diferentes, pero la negociación continuará siendo necesaria”.
 
Junqueras dio una pista a continuación de su empeño en la negociación aunque ésta no parezca rendir los frutos esperados. Según subrayó, la independencia de Cataluña, para ser efectiva, “depende del reconocimiento internacional”. Por ello, remató: “No podemos prescindir del consenso de aquéllos que un día nos deberán reconocer”.
 
El líder de ERC y exvicepresidente del Gobierno catalán dio así la razón a la directora general de Industria de la Generalitat, Natália Max, quien presentó la conferencia de Junqueras y destacó de él “una mirada larga que no es fácil de encontrar en un momento en que se impone el movimiento táctico y el regate corto”.
 
Max también describió a Junqueras como “alguien preocupado por la gente, por entender bien las cosas y encontrar propuestas y soluciones”, dotado de “valentía para salir de la zona de confort". Y, finalmente, cuando estuvo a sus órdenes como vicepresidente económico de la Generalitat, la directora general aseguró que “nunca perdió su buen trato” y exhibió una “amabilidad y gratitud constantes".