El obispo de Vitoria afirma que “la Iglesia no cuesta al Estado”, sino a sus propios fieles

Juan Carlos Elizalde en el Fórum Europa Tribuna Euskadi

El obispo de Vitoria afirma que “la Iglesia no cuesta al Estado”, sino a sus propios fieles

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BILBAO, 29 de octubre. El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, puso en valor este martes en el ‘Fórum Europa. Tribuna Euskadi’ la labor social y económica de la Iglesia católica, que da trabajo a “más de medio millón” de personas en España. Además, destacó que si esta cuesta “no es al Estado”, sino a sus propios fieles.

“Es un hecho”, destacó el prelado en este acto organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum, en el que informó de que solo en el campo de los bienes culturales, la Memoria de la Iglesia contabiliza un impacto del 3% en el Producto Interior Bruto (PIB) nacional. Es decir, 22.620 millones de euros.
 
A ello hay que añadir que la institución eclesial genera más de 225.000 empleos “de manera directa, indirecta e inducida” y otros 134.000 puestos de trabajo en el ámbito de las fiestas religiosas y la Semana Santa, que a su vez generan 9.800 millones de euros.
 
“Cada euro recibido del Estado a través de la cruz de la renta, el 24% del presupuesto eclesial, se multiplica por 2,5 porque la gestión es buena”, apuntó el prelado navarro, que insistió en que “la Iglesia beneficia al Estado y administra bien”.
 
En este sentido, hizo referencia a la labor social de la Iglesia, que atiende a 4,4 millones de personas en sus diferentes centros, algunos de ellos destinados a las víctimas de violencia de género, a los refugiados, a los drogodependientes y a las personas sin hogar.
 
Elizalde explicó que, entre todas las organizaciones de la Iglesia católica, “destacan las dos joyas de la corona”, que bajo su punto de vista son Cáritas y Manos Unidas. “Ambas destinaron dentro y fuera de España más de 401 millones de euros en 2017 para las personas más desfavorecidas”, subrayó.
 
El religioso destacó que, cuando un creyente exige apasionadamente sus derechos, “no lo puede hacer buscando privilegios”, sino “a favor de una sociedad más justa y humana, especialmente para las personas más vulnerables”.
 
Consultado durante el acto por la existencia en Vitoria de 700 propiedades de la Iglesia exentas de pagar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), Elizalde respondió que este hecho no supone “ningún privilegio”, dado que “los colectivos sin ánimo de lucro tienen esa posibilidad de exención de impuestos” como sucede con “clubs deportivos o de partidos políticos”. En este sentido, ahondó en la idea de que “si la Iglesia cuesta no es al Estado, costará a sus mismos fieles y a sus promotores de obras sociales”.
 
CIENCIA Y RELIGIÓN
 
Durante su intervención en el desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, Elizalde puso valor también la aportación del hecho religioso a la sociedad, pues “contribuye al enriquecimiento de la humanidad”. “Es verdad que la corrupción de lo mejor es lo peor. En la historia, y hasta en la más reciente, personas religiosas han vivido mal su religiosidad y las consecuencias han sido malas”. Quizás por eso, añadió, “hay una mentalidad creciente de vincular lo religioso al conflicto, al fanatismo, a la irracionalidad”.
 
“Hay en nuestro país una tendencia que trata de encerrar los religioso en la intimidad del hogar, del templo y de la conciencia, negándole los derechos sociales que tiene esta dimensión de la persona”, apuntó. En este sentido, aseveró que resulta innegable que lo religioso “es un factor motivacional dinamizador multiplicativo”. “Añade un plus de motivaciones para amar, perdonar, trabajar, asumir el dolor o ser feliz, actitudes absolutamente humanas”, valoró.
 
Sobre la “compatibilidad” de la ciencia y la religión, el obispo de Vitoria consideró que este tema “ya fue superado a finales del siglo XIX”, pues ahora “la ciencia tiene la suficiente humildad de reconocer que nunca lo va a saber todo”. Porque, en palabras de Elizalde, “hay componentes de la persona que no se intuyen, que no tienen una fórmula matemática para explicar”.
 
“Hoy tenemos científicos que, cuanto más creyentes, tienen más respeto al alma humana y al misterio de la persona, que ya sabemos que no se puede reducir a un planteamiento científico y matemático”.
 
El obispo ha sido presentado en el foro de hoy por el rector de la Universidad de Deusto, José María Guibert, que valoró la labor de Elizalde en la institución eclesiástica. “Ha dado otro aire a la diócesis”, apuntó Guibert, que consideró que “hay que ser valiente para ser obispo” en los tiempos actuales.