Pérez-Sala intervino en esta tribuna que organiza Nueva Economía Fórum y criticó “este mal llamado impuesto a los ricos”, al que considera el típico “mecanismo habitual del que se busca un enemigo imaginario cuando quieres distraer a la opinión pública”.
 
Cree que es un tributo que hará a muchas personas “cuestionarse su lugar de residencia”, y el traslado de dinero fuera del país supondrá pérdida de ingresos para la hacienda pública. Pero también dañará, a su entender, a los ciudadanos que están ahorrando para "segundas residencias o tener una jubilación tranquila".
 
“A este impuesto le auguro además un alto grado de conflictividad en los tribunales si se aprueba de forma definitiva”, avisó Pérez-Sala.
 
A su entender, el Gobierno incurre en “un enorme error al plantear la reforma impositiva en términos de ricos y pobres” o de disputa entre Administraciones de un signo político u otro, y orilla la realidad de que “España es el único país que ha subido los impuestos de forma sustancial en la pandemia, yendo en contra de la corriente dominante”.
 
Respecto a los nuevos impuestos a la banca y las energéticas, manifestó que “vulneran el principio de la libre empresa”, "rompen el libre mercado" y los terminarán pagando los ciudadanos, “solo porque este Gobierno, por consideraciones ideológicas, decide apuntar contra los sectores que tienen beneficios”, y además lo hace "hurtando" el debido debate parlamentario.
 
En relación con la reforma laboral, aseguró que “nos vamos a arrepentir de esta contrarreforma” en el caso de que España entre en recesión y las empresas no dispongan de herramientas para hacer frente a los ajustes laborales que serían precisos.
 
En su intervención, Pérez-Sala criticó el volumen elevado de "absentismo laboral" que existe en España, desde su punto de vista, y dijo que eso merma considerablemente la competitividad de España. También denunció que las cifras de creación de empleo están maquilladas por el porcentaje considerable de colocaciones públicas generadas con este Ejecutivo.