Así lo señaló durante la intervención del presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid, donde aseguró que se harán “consideraciones” de “hasta qué punto un impuesto de este tipo afecta a la transmisión de la política monetaria y la estabilidad financiera”, los dos mandatos del BCE.
 
Sobre esta cuestión, Nagel apuntó que se trata de una decisión que “ha sido adoptada por los políticos”, pero enfatizó que “no deberíamos olvidar que estamos en una situación económica complicada, han subido los tipos y van a volver subir” y que, aunque esta subida esté “bien” para el “modelo de negocio de tradicional de los bancos”, existe “una mayor posibilidad” de que haya más “pérdidas en los balances” de las entidades.
 
Por ello, señaló que el objetivo debería ser “incrementar la resiliencia de los bancos” y se preguntó: “¿Qué supone un gravamen de este tipo en este contexto?”.
 
Acerca de un posible pacto de rentas, comprendió que es “muy tentador” para los gobiernos “gravar a las empresas que se están beneficiando de esta situación extraordinaria”, aunque indicó que esta no es “responsabilidad” del banco central.
 
No obstante, apuntó que en una situación “en la que se produzcan estímulos adicionales, si hay un impuesto y este dinero se utiliza para crear un nuevo estímulo fiscal, además de los que ya existen, y desencadenan una mayor inflación", esto "no sería útil para la política monetaria”.
 
Al respecto de su reunión de este miércoles con la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, indicó que fue “muy interesante, muy agradable y placentera, con un intercambio de opiniones muy positivo”. “Eso es lo que voy a decir, de momento me quedo ahí”, ironizó.
 
Preguntado por los presupuestos que maneja el Gobierno para el año 2023, aprovechó para destacar lo “importante” que es la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y señaló que está “seguro” de que la Comisión Europea “va a elaborar una propuesta concreta que será algo muy relevante para el debate político”.
 
Asimismo, enfatizó que “una unión próspera requiere unas finanzas sólidas”, pues como la UE no es “una unión monetaria perfecta”, hay que encontrar la forma de superarlo y encontrar fórmulas, como el pacto, que “mejoren la situación y nos permitan vivir mejor”.
 
Así, subrayó que esta solución pasaría por unos umbrales de gasto “claros y cuantificables” que “deberían ser vinculantes” y que no deberían aceptar “demasiada flexibilidad que puedan socavar las normas”. “El nuevo pacto que se elabore no debe incluir este tipo de disposiciones, ya que si introduces un margen demasiado grande podría socavar la esencia del Plan de Estabilidad”, explicó.
 
Nagel insistió en que los límites “no deben ser burlados por los déficits de la Unión Europea o deuda comunitaria” y enfatizó en que es “importante tener reglas muy firmes y robustas” y que no se debe “utilizar demasiada discrecionalidad para burlar este Pacto de Estabilidad”. El presidente del Bundesbank aseguró que su institución desempeñará un “papel activo” en la discusión sobre el nuevo pacto.