Durante este encuentro informativo organizado en Barcelona por Nueva Economía Fórum, Bou cargó contra el pasado “de izquierdas y socialista” del ex primer ministro francés, máxima que no comparte “para nada”.
 
En este sentido, se jactó de estar en un equipo “más creativo”, y no en un partido con gente en las listas que “votaron sí, sí” a la independencia o a un “exministro del paro”.
 
Bou definió a su grupo como “necesarios” porque “si el PP no está en el ayuntamiento, los principios del centro derecha liberal no lo va a representar nadie, y porque sin nosotros, los constitucionalistas no vamos a sumar”.
 
Preguntado también acerca de quién ha sido, a su parecer, el mejor alcalde de Barcelona de todos los tiempos, Bou bromeó que ”debería ser romano”, pero destacó la tarea de Pasqual Maragall, “junto a Samaranch”, ya que “la Barcelona de cambio fue la Barcelona olímpica”, y porque se consiguió “una cosa muy bonita” que es Ayuntamiento de la ciudad, Diputación provincial y Estado “trabajando de la mano”.
 
Sobre la clara victoria de la candidatura impulsada por la ANC en las elecciones que se celebraron ayer a la Cambra de Comerç de Barcelona, Bou afirmó que “es una mala noticia” porque “el separatismo es colonizador”. “La ANC es lo peor que podía pasar porque la ANC es división”, apostilló.
 
Asimismo, se lamentó de que “hoy por hoy no hay argumentos” para asegurar a las empresas que se fueron de Cataluña “que no hay un ‘procés’ con la cizalla sobre el cuello”.
 
REESTABLECER PUENTES AFECTIVOS
 
Para Bou es importante “reestablecer puentes afectivos” y aseguró haber “apretado para que muchas empresas no se fueran, pero algunas no se han marchado, sino que han sido expulsada”. “Cuanto más sube el independentismo, más baja la economía en Cataluña”, sentenció.
 
El candidato del PP a la Alcaldía de la ciudad advirtió de que “no vamos a permitir que los independentistas conviertan Barcelona en la capital de la República como dice Torra, o en la punta de lanza del independentismo como dice Maragall”.
 
Una de sus propuestas es incluir el nombre de Montserrat Caballé en el nomenclátor de Barcelona y para ello abogó “no por sustituir” el nombre de Calvo Sotelo (antigua denominación de la plaza) sino por cambiarlo por el del “golpista, protogolpista y supergolpista, que fue mucho más que Lluis Companys, Francesc Macià, que lo guardaremos en el cajón de la historia”.
 
Bou, que alabó que “el Rey fue catalán aquel día” con su discurso del 3 de octubre de 2017, tras el referéndum ilegal de independencia que prohibió el Tribunal Constitucional, culminó su ponencia asegurando que votarle a él “es votar que Barcelona siga siendo España”.
 
La ponencia de Bou fue a cargo del presidente del PP de Cataluña, Alejandro Fernández, quien destacó el carácter “popular” de su candidato “porque sabe de lo que habla no porque se lo hayan explicado”, sino porque lo vive día a día en su persona, y porque es “cercano” y “extremadamente simpático”, algo que para Fernández no es “trivial en política”, ya que en política hay muchos “hipócritas”
 
También destacó su “valentía y rebeldía”, ya que es un empresario a quien le han ido bien los negocios pero que “no forma parte de las élites que siempre han mandado en Barcelona”.