Barcala exige a Puig que anteponga la lucha por “una financiación justa” a su relación con Sánchez

Desayuno informativo del Foro de la Nueva Ciudad con el alcalde de Alicante

Barcala exige a Puig que anteponga la lucha por “una financiación justa” a su relación con Sánchez

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MADRID, 9 de marzo. El alcalde de Alicante, Luis Barcala, aprovechó este lunes su intervención en el Foro de la Nueva Ciudad para exigir al presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, que “defienda a su comunidad autónoma antes que al presidente Pedro Sánchez” y, de esta forma, pelee por “una financiación justa” que no castigue a los habitantes de esta región.

Así lo trasladó al participar como ponente en este desayuno informativo de Agenda Urbana 2030, que organizó Nueva Economía Fórum en Madrid, y en el que fue presentado por el secretario general del PP, Teodoro García Egea.

Se quejó de las nuevas subidas de impuestos en la Comunidad Valenciana, que “de por sí tiene la desgracia de ser una de las regiones con los impuestos más altos ligados a la compra de viviendas”, con la “importante repercusión” que esto puede tener en la inversión extranjera.

“¡No queremos que esa izquierda valenciana nos suba los impuestos para compensar la infrafinanciación de la Comunidad Valenciana por parte del Gobierno central!”, enfatizó Barcala, para a continuación reclamar a Puig que “defienda a su comunidad antes que al presidente Sánchez”. “Es lo que deberíamos esperar de él”, recalcó.

De esta forma, el alcalde de Alicante solicitó al presidente de su región que “no renuncie a su obligación de exigir una financiación justa” que se haga “sin castigar” a quienes viven esta comunidad autónoma.

Además de exhibir su “preocupación” por las nuevas subidas impositivas en su región, Barcala reclamó “la supervivencia del trasvase Tajo-Segura, del que dependen 40.000 empleos en la provincia de Alicante”. “Me rebelo frente a la actitud del Gobierno con Alicante y Murcia” porque tienen “menos agua de la que les corresponde”, señaló.

Y todo ello desde la base de que “el agua es vital para el desarrollo de la economía de nuestro territorio” y con la queja de que “no estamos encontrando el respaldo de nuestro Gobierno autonómico”.

Igualmente, subrayó que no le gusta la tasa turística y advirtió de “las consecuencias nefastas” que podría acarrear en el caso de la provincia de Alicante. Confió en que Puig “no acabe cayendo en esta tentación”, aunque expresó su temor a que “el virus de la voracidad recaudatoria del Gobierno de Sánchez e Iglesias acabe extendiéndose al resto de comunidades gobernadas por socialistas”.

En cuanto a su forma de entender la política, sostuvo que “es obvio que no podemos crecer a cualquier precio” y, por ello, explicó que ha asumido como guía orientadora de todos sus proyectos la Agenda 2030 “para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible”.

Además, enfatizó que la Administración local “no se puede quedar atrás en la carrera tecnológica” y consideró “imprescindible” la política de incentivos fiscales, unida a la seguridad jurídica y a la modernización administrativa. Todo ello unido a una “política fiscal moderada” que atraiga el talento y a empresas para invertir. “Apostaré por un urbanismo respetuoso con el medioambiente que sirva de incentivo para la inversión y lucharé para que mi tierra esté más y mejor conectada y cohesionada”, prometió.

Tampoco renegó “en absoluto” del “imprescindible y tradicional sol y playa que conforma nuestra seña de identidad en el sector turístico”. Es más, se marcó como objetivo que Alicante “sea líder como destino turístico especializado y de alta calidad”.

En este punto, aprovechó para referirse al pacto con Ciudadanos que sustenta su Gobierno: “Es un acuerdo honesto y sincero, un pacto sólido que suma y funciona. Nos une una misma filosofía y es anteponer los intereses de la ciudad por encima de cualquier otro interés personal y partidista”, indico.

“Tenemos muy claro que frente a la división se debe imponer el diálogo; frente a la disputa, la cooperación; y frente al sectarismo, la tolerancia”, afirmó Barcala, al tiempo que advirtió de que “no hay otra vía posible” a esta en las sociedades desarrolladas.

“Alejaré, en la medida de mis posibilidades, a mi ciudad de los vientos federalistas o nacionalistas que tanto están contaminando nuestra convivencia”, continuó el regidor de Alicante, comprometiéndose a gobernar “con coraje”.