Durante su intervención en el citado encuentro informativo, organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, Meira da Rosa explicó que para acabar con este desfase los países de la región deberían invertir el doble de lo que están invirtiendo en este momento durante 20 años.

“Latinoamérica invierte muy poco en infraestructuras”, lamentó este representante del BID, quien apuntó que en la actualidad estos países invierten alrededor del 2,5% del PIB en obra pública.

En cuanto a los motivos que explican este desfase, apuntó que el origen se encuentra en el largo proceso de consolidación fiscal que llevaron a cabo estos países en los años 90, que “dejó marcas muy profundas en la capacidad de los Estados de ejecutar infraestructuras” y que “desarmó sus estructuras técnicas”.

BUSCAR FINANCIACIÓN
Ante esta situación, incidió en la necesidad de “buscar fuentes de financiación fuera del balance público”, proceso en el que tienen que ser importantes las Asociaciones Público Privadas (APP).

Según Meira da Rosa, este tipo de asociaciones permiten a los Estados tener “rapidez, capacidad de ejecución y calidad en la provisión de los servicios”, ya que el volumen de recursos necesario para hacer frente a la necesidad de infraestructuras “no cabe en ningún presupuesto público de los países de la región”.

Sin embargo, indicó que “el principal cuello de botella es la falta de buenos proyectos” como consecuencia de la falta de capacidad técnica de los países. “los proyectos bien estructurados, financiables y con una planificación seria y cuidada desde el origen son pocos”, lamentó.

Por último, señaló que otro problema en la región es la falta de desarrollo de los mercados de capitales, lo que provoca que falte capacidad financiera para los proyectos, algo que ocurre en la mayoría de países latinoamericanos, exceptuando Brasil, México y Chile.