Sanz, quien clausuró hoy el Encuentro 2005 de la Economía Navarra, lanzó un mensaje de confianza hacia el euro en unos momentos en los que "los euroescépticos parecen brotar como champiñones y algunos empiezan a polemizar sobre la validez de la moneda única como instrumento al servicio de la competitividad europea". En su opinión, aquellos a los que el euros ha beneficiado "tenemos que levantar la voz y expresar que seguimos apostando por una moneda única, fuerte y por un crecimiento sólido, sostenido, acentuado y competitivo, que apostamos por una divisa respaldada por la Europa unida".

Según explicó, la entrada en la zona euro permitió a los españoles consolidarse "como una potencia económica mundial, pero sobre todo nos sirvió para establecer con más rigor nuestras políticas económicas", y los criterios de estabilidad y de equilibrio "son dos buenas razones de ello", aseveró. Sanz afirmó en este sentido que no es lógico que los problemas que actualmente tienen algunos países para poder soportar el Estado de Bienestar del que disfrutan "deriven en cambios de rumbo en España que nos obliguen a los españoles a modificar nuestras políticas presupuestarias en relación con el déficit y la deuda".

Tanto España como Navarra, que accedieron a la Unión Europea con "grandes problemas" presupuestarios, prosiguió, han sabido adaptarse a las nuevas políticas de estabilidad, han sabido aprovechar los ciclos económicos positivos para reducir sus déficit, para consolidar sus infraestructuras y para sanear sus cuentas públicas.

Por ello, la última revisión del Instituto Nacional de Estadística y de Eurostat coloca a España "en el 98 por ciento de la media europea, a sólo 10 puntos de Alemania en lo que se viene llamando paridad de compra", destacó. "Navarra superaría en estos momentos ampliamente la renta alemana, y esto lo dice todo sobre las bondades del proceso de integración", manifestó Sanz, quien abogó por no cometer errores orientados por países que no han sabido hacer frente a los criterios establecidos en Mastritch y que están relacionados con la estabilidad y el equilibrio presupuestario.

A su juicio, en estos momentos de "zozobra", se ha de hacer una "decidida defensa de un euro fuerte, dejándolo al margen del debate político, porque las prioridades que presenta la economía europea no vienen de la mano de su moneda única sino de la necesidad perentoria de realizar reformas profundas y rápidas en cuestiones de tanta trascendencia como los marcos regulatorios, la flexibilidad laboral, la libre competencia o la liberalización de los mercados". Según recalcó, guste o no, la globalización y la consecuente competencia de los países emergentes "está ahí y no va a dejar de existir porque queramos que desaparezcan".

Por ello, si se quiere una Europa "fuerte y próspera", Sanz apostó por "dejar de hacer diagnósticos y aplicar de una vez por todas las recetas que surgieron de la Cumbre de Lisboa para aumentar nuestra productividad".

En su opinión, a la espera de que la Unión Europea "vuelva" a la senda esbozada en la Cumbre de Lisboa, bueno sería "que no sembráramos dudas sobre el euro, que todos trabajásemos al unísono en el afán de hacer una Europa fuerte, competitiva y solidaria, y que todos, desde Navarra también, fuéramos conscientes de que desde el esfuerzo, la iniciativa y la inversión en I+D+I podremos hacer una Navarra fuerte y potente integrada en España".

EXTORSIÓN DE ETA

 En un coloquio posterior Sanz, y ante la pregunta sobre la extorsión de ETA hacia los empresarios navarros, aseguró que "el mal llamado 'impuesto revolucionario' no ha afectado al desarrollo normal de las empresas o al menos en la medida que pretendían los terroristas de paralizar cualquier tipo de actividad económica".

Se refirió concretamente al caso de Azkoyen y aseveró que la crisis sufrida por esta empresa derivó de la coyuntura que atravesó el mercado del tabaco, no tanto por la extorsión de los terroristas.
Resaltó que esta empresa ha sabido adecuarse a los nuevos tiempos y hoy está viendo cómo su cotización está al alza.

Por otra parte, Sanz auguró que la Navarra de 2025 diferirá "muy poco" del conjunto de España, de Europa y del mundo actual, en respuesta planteada por el presidente de la Cámara Navarra de Comercio e Industria. Según explicó, si la Comunidad Foral continúa en la misma senda de utilizar con racionalidad los recursos y los instrumentos de autogobierno "seguiremos siendo una comunidad dentro de España pionera en el bienestar de sus ciudadanos, con capacidad para mostrar la solidaridad, participando en programas de cooperación y con altos niveles tecnológicos". Sanz mostró su deseo de que para 2025 las universidades adecuen sus demandas del mercado laboral "y no sean fábricas de parados".

CONVENIO ECONÓMICO

Por otro lado, el presidente del Gobierno de Navarra aludió al Convenio Económico de Navarra y precisó que "nadie lo puede romper, porque no es un privilegio sino un instrumento de solidaridad". El Convenio, prosiguió, sirve para "potenciar nuestro desarrollo y nos servirá para superar las crisis con mayor facilidad que en otras regiones". Aseguró que las reivindicaciones fiscales de Cataluña no pueden poner en peligro el sistema financiero navarro porque "difícilmente" se puede poner en cuestión el sistema económico financiero derivado del régimen foral navarro por parte de quien no está integrado en el régimen pactado que soporta el convenio económico navarro. Sostuvo que si Navarra no quiere, no se podrá modificar ni romper el régimen paccionado que regula las relaciones financieras.

Además, puso un ejemplo para demostrar que el convenio "no es ningún privilegio sino un instrumento que bien utilizado puede otorgarnos una cierta ventaja pero que mal utilizado puede ser algo letal para nuestra economía". Recordó que hace, "la renta de Cataluña nos superaba en diez puntos a la media navarra y hoy le superamos en doce puntos".

Sobre el argumento de insolidaridad, negó esta premisa y señaló que en el convenio se establece que la presión fiscal efectiva global que soporte un navarro debe ser equivalente a la de un ciudadano que tributa en régimen común. Y añadió que Navarra paga el 1,6 por ciento de las cargas del Estado, según el peso del PIB de Navarra en el nacional. "No pagamos el 1,4, que es lo que representamos en cuanto a habitantes en España", destacó.