Con el patrocinio de Caja Navarra y Fundación Once

Tras señalar que se trata de una enfermedad curable pero que mata a casi dos millones de personas cada año, Farias recordó la responsabilidad que los países donantes tienen a la hora de combatir la malaria.
Por ello, señaló que estos estados deben incluirla en sus agendas, del mismo modo que exigen mejorar los derechos humanos o luchar contra la corrupción y el terrorismo.
La dirigente de MSF denunció que los tratamientos existentes no se aplican porque hay "mil razones" que impiden poner en práctica los nuevos protocolos, como sistemas sanitarios desestructurados, falta de recursos humanos o entornos rurales de difícil acceso.
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